Las mesas auxiliares clásicas supieron dar respuesta a las necesidades sociales y de reunión de las clases acomodadas. Aportaban versatilidad, al permitir convertir los salones de lectura en lugares para el té o la conversación. La estética de las mesas auxiliares clásicas se basa en el buen trabajo de la madera de calidad, y otorgan elegancia y carisma a las estancias en las que se ubican.