Un salón industrial es una alternativa perfecta para dar vida a tu hogar, además de un estilo con personalidad y carácter. Los salones de estilo industrial se relacionan con los espacios tipo loft, amplios y diáfanos, en los que triunfan los materiales en su estado más puro. Ladrillo, metal, madera y hasta hormigón son protagonistas en estos ambientes. 

 

Características del estilo industrial en el salón

1. Materiales en su estado más puro

2. Espacios diáfanos y abiertos

3. Cuanto más grande se la ventana, mejor

4. Sofás grandes y extra cómodos

5. Los colores neutros en los salones industriales

6. Ecléctico: industrial vintage e industrial nórdico

 

 

El estilo industrial nació en las fábricas de Nueva York, tras la crisis económica que sufrió Estados Unidos en la primera mitad de siglo. La reordenación urbanística también tuvo mucho que ver: muchas fábricas cerraron. Y estas son las que después se reconvertirían en locales, estudios y apartamentos con un estilo característico y hasta un aire creativo. Hoy en día se ha convertido en tendencia gracias a su autenticidad, originales y libertad. Porque lo mejor que tiene el estilo industrial es que, aunque tiene una serie de características, se lo bien que puede combinarse con elementos de otros estilos, como el moderno o el nórdico. 

 

Características del estilo industrial en el salón

1. Materiales en su estado más puro

Una de las principales características del estilo industrial en salones es el uso de los materiales en su estado más natural. En los muebles, la madera y el metal son los protagonistas. La calidez de las vetas de la madera combina con la frialdad del metal, con acabados en negro, consiguiendo una atmósfera equilibrada y acogedora. Aparadores, mesas de centro, auxiliares, muebles de tv y librerías fabricadas con estos materiales te ayudarán a conseguir una decoración industrial en tu salón. 

 

En cuanto a los elementos arquitectónicos en la decoración industrial, las paredes de ladrillo u hormigón son otra d e las señas de identidad. Una manera de conseguir su efecto sin la necesidad de hacer una obra es con papel pintado. Los hay con un efecto ladrillo o cemento capaces de transformar cualquier salón en un auténtico loft industrial. Para que la estancia no quede muy recargada, te aconsejamos que lo utilices tan solo en una pared. Además, así conseguirás que la estancia parezca más amplia.  

 

2. Espacios diáfanos y abiertos

Para tener un auténtico salón industrial, es ideal que sea de grandes dimensiones. Así podrás crear varias estancias y compensará el peso visual de los materiales al natural. Pero si tu salón es pequeño, también puedes dotarlo de una decoración industrial. En este caso, lo importante es que no satures el espacio. Si quieres puedes poner papel pintado imitación ladrillo en una de las paredes. Asegúrate de que no sea muy oscuro para que no empequeñezca tu salón. 

 

3. Cuanto más grande se la ventana, mejor

La luz es uno de los elementos más importantes de los salones industriales. En sus orígenes, los grandes ventanales de las fábricas contrarrestaban con el gran peso de los materiales de este particular y ecléctico. Actualmente, continúan teniendo el mismo efecto. Una gran ventana de metal negro conseguirá un efecto muy industrial, pero cualquier ventana vale. Lo importante en estos casos es que elijas un tipo de cortina que no impida el paso de la luz. Lo ideal sería no colocarlas, aunque si buscas algo de intimidad, un estor puede ser la solución que buscas.    

 

4. Sofás grandes y extra cómodos

Para compensar la dureza de los materiales del estilo industrial, elige un sofá grande y con espacio para todos los miembros de la familia o invitados, si es que te gusta recibir gente en casa. Los sofás con chaise longue o en L pueden ser una alternativa muy adecuada para conseguir esa calidez que estás buscando y, al mismo tiempo, la comodidad que proporcionan. Hay muchos modelos que pueden fabricarse a medida y con el tejido que más te guste. ¡Para que sea 100% industrial!

 

5. Los colores neutros en los salones industriales

Otra de las formas de equilibrar la fuerza del metal y el ladrillo, es aconsejable decantarse por colores neutros. El gris es la estrella en este tipo de decoraciones. Un sofá tapizado en gris conseguirá el punto armónico que necesita tu salón industrial. Después puedes añadir toques de color mediante los cojines o algún adorno, pero siempre con moderación. Una de las características de este estilo es que es un poco minimalista. Es preferible pocas piezas, pero funcionales y con personalidad, que saturar el espacio con adornos y cojines, más idóneos para otro tipo de decoraciones. 

 

6. Ecléctico: industrial vintage e industrial nórdico

Un salón industrial puro puede ser una apuesta arriesgada para un piso actual. Pero combinado sabiamente con elementos de otros estilos, el resultado puede ser inigualable y muy bonito. Muy típicos son los salones industriales nórdicos. En estos, la madera tiene el mismo peso que en ambos estilos por individual. La diferencia es que se emplea un tipo de madera más clara, que hace que estos salones sean más luminosos y aumente la sensación de amplitud. La sobriedad del estilo nórdico se une a la del estilo industrial y da como resultado estancias muy acogedoras y eclécticas con un toque personal. 

 

Los salones industriales vintage son también tendencia. Se caracterizan por la autenticidad de sus piezas, que parecen sacadas de una de esas fábricas de las que te hablábamos antes. Un sinfonier antiguo, una cajonera que en otra vida fue un archivador o una mesa de comedor realizada a partir de un banco de trabajo. Los muebles de oficios son una buena manera de decorar este tipo de ambientes.