Dorothy Draper, madre del interiorismo

Draper es a la decoración lo que Chanel es a la moda. Esta pionera y emprendedora fue la primera mujer en dedicarse a esta profesión

21/12/2017 12:41

Siempre hemos oído que Coco Chanel fue una pionera en el arte del diseño de moda o que Le Corbusier fue un adelantado de la arquitectura moderna, pero no sabemos a quién debemos la profesionalización del interiorismo. Se trata de Dorothy Draper (1889-1969), conocida como la gran dama de la decoración estadounidense del siglo XX. Esta emprendedora fue la que hizo que el interiorismo y la decoración sean hoy lo que son.

 

Dorothy Draper creó lo que hoy conocemos como diseño de interiores. 
 

Dorothy Draper nació en 1889 en el seno de una familia rica y adinerada, en una de las comunidades más exclusivas de Estados Unidos -lo es aún hoy-, Tuxedo Park. De hecho, su bisabuelo fue uno de los signatarios de la Declaración de Independencia de Estados Unidos (1776). Recibió una educación en casa, aunque durante dos años asistió al Colegio Brearley, en Nueva York.

 

Sus referencias históricas y exquisito gusto en la decoración responden a los viajes anuales que realizaba junto a su familia a Europa. Fue en 1925 cuando fundó la primera empresa de diseño de interiores en Estados Unidos, que renombró como Dorothy Draper&Company unos años después. Tenía 36 años y era 1925, época en la que era inaudito que una mujer creara un negocio.

 

En 1925, con 36 años, fundó la primera empresa de decoración de interiores en Estados Unidos. 

 

Cuando abrió su compañía, el mundo de la decoración no le era ajeno. Lo llevaba realizando desde que se casó en 1912 y decoró su primera casa. Durante los 18 años de su matrimonio, residió en diferentes viviendas, lo que le dio la oportunidad de realizar diferentes diseños en cada una de ellas. Gracias a sus magníficas conexiones -era pariente de Eleanor Roosvelt y su marido fue el médido personal de Franklin D. Roosevelt- consiguió expandir su portfolio y darse a conocer en la alta sociedad norteamericana.

 

Draper revolucionó el concepto de diseño, rompiendo con los estilos de las tradicionales salas de época. Fue la inventora del "barroco moderno", el cual aplicaba a grandes espacios públicos. Este tipo de trabajos eran sus favoritos, el lienzo en el que hacía sus más inspiradores trabajos. Un ejemplo de ello es el restaurante del Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, “El Dorotheum”.

 

Uno de sus mejores trabajos fue en "El Dorotheum", el restaurante del Museo Metropolitano de Nueva York.  

 

Dorothy Draper era amante de los grandes espacios públicos. Quería que la gente se sintiera embargada por su gran belleza y en donde los sentidos pudieran mirar y sentir y absorber el significado de una buena vida. Le encantaba utilizar colores vibrantes y pomposos en combinaciones hasta entonces imposibles.

 

Era habitual el berenjena con el rosa, con pequeñas pinceladas de verde amarillento y un toque de turquesa, o, una de sus combinaciones favoritas, blanco mate y negro brillante. Su distintiva firma eran los estampados con rosas, las conocidas como tipo repollo o de la Provenza, combinados con atrevidas rayas. Su estilo es conocido por su exuberancia y su anti-minimalismo.

 

La mezcla de estampados florales con rayas formaba parte de su distintiva firma. 

 

También entre sus recursos más utilizados: los elaborados y ornamentados adornos de escayola en sobre puertas y en paredes y techos. En los suelos era fan de la combinación de cuadros blancos y negros, como en “The Quitandinah Palace&Casino Resort", en Petrópolis, Brasil; y las puertas eran enormes, paneladas y lacadas, como en el “Arrowhead Springs Hotel, en California.

 

En el “Hampshire House”, en Nueva York, terminó las puertas con molduras de doble curvatura y en la “Sala Camelia”, en el Drake Hotel (Chicago) con elaborados marcos de yeso o intrincados espejos. Un tono dramático que contribuyó a lo que se conoció como el “toque Draper”.

 

Era conocida por el dramñatico uso de molduras en paredes y techos. 

 

Su espléndido gusto y seguridad en sí misma le dio la capacidad para tomar el control en los proyectos hoteleros para los que se la contrataba: desde la decoración del establecimiento, pasando por el diseño de los menús, las cajitas de las cerillas o los uniformes del personal. En esta época, el nombre de Dorothy Draper era sinónimo de decoración.

 

Su participación en proyectos hoteleros era completa: desde la decoración al uniforme de los empleados.

 

Además contribuyó a la divulgación de esta disciplina gracias a su columna en la revista “Good Housekeeping y diseñaba telas, para Schumacher, y muebles, para la marca Ficks Reed. Pero es que además también diseñaba decorados de películas, teatros, grandes almacenes, oficinas, interiores de aviones (para el Convair de la compañía aérea TWA) y hasta una línea de automóviles para Packard y Chrysler en los años 50.

 

A la izquierda, Dorothy Draper con un ejecutivo de Convair, y a la derecha, la publicidad del Packard y Chrysler.

 

Aún hoy podemos disfrutar de parte de su trabajo, como en el hotel Carlyle, Nueva York, o The Victorian Writing Room, situada en el resort The Greenbrier, situado en White Sulphur Springs, en el estado de Virginia Occidental. De hecho, ésta fue una vez la sala más fotografiada de los Estados Unidos.

 

The Victorian Writing Room, situada en el Hotel Greenbrier, fue una de las salas más fotografiadas de Estados Unidos. 

 

En 2006, Dorothy Draper fue la protagonista de una muestra celebrada en el Museo Ciudad de Nueva York, convirtiéndose en la primera interiorista en recibir un homenaje de estas características.

Algunos de los diseños de

Dorothy Draper

 

En este departamento del perfume Coty se aprecia el uso de molduras, características del "barroco moderno" y tanto le gustaban a la interiorista.

 

En esta imagen de The Greenbrier Resort, se aprecian muchos de los elementos que utilizaba Draper, como los suelos de cuadros blancos y negros, los colores chillones y llamativos y los estampados florales. 

 

La huella de Dorothy Draper se aprecia en todas las estancias del Greenbrier Resort. En este caso, la escalera de la suite principal del hotel con la combinación de rojo y verde. 

 

En el Hotel Arrowhead Springs de California, su diseño fue tan minucioso que incluso incluyó un envoltorio blanco y rosado para el jabón de baño y palillos rojos en el bar.

 

Camelia House, restaurante situado en el Hotel Drake (Chicago), es otro de sus diseños.

 

El Quintandinha Palace, situado en Petrópolis (Brasil) responde a un estilo muy barroco. 

 

Uno de los salones del Hotel Carlyle decorados por Draper. Foto de 1937.  

 

En 1954, Draper decoró el Essex Hotel, en Nueva York. Aquí se aprecia claramente su obsesión por el contraste entre el blanco y el negro, así como las dramáticas molduras junto con el diseño en diamante del suelo. 

 

 

Con la publicación de varios libros sobre interiorismo, su fama de vio incrementada. Su nombre se convirtió en sinónimo de decoración. 

 

También se dedicó al diseño de muebles, que respondían a todas sus máximas: un barroco moderno, el uso de movitos geométricos y florales, el contraste de colores, etc.  

 

Dorothy Draper fue una revolusionaria de su tiempo. En una época en la que no estaba bien visto que una mujer fuera emprendedora, ella se convirtió en pionera en el ámbito de la decoración y el interiorismo. 

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